CAPADOCIA-CIUDAD SUBTERRÁNEA DE KAYMAKLI

CIUDAD SUBTERRÁNEA DE KAYMAKLI

En la ciudad subterránea Kaymakli

Va llegando a su fin la visita a la espectacular región de la Capadocia. Pero antes de continuar viaje hacia otros lugares de Turquía vamos a visitar la ciudad subterránea de KAYMAKLI. En esta zona de Turquía existen decenas de estas "ciudades subterráneas", que a simple vista no se ven, pero aguardan bajo túneles en estratos del subsuelo y a gran profundidad. Utilizadas generalmente como refugio y defensa ante las invasiones, las más famosas que se pueden visitar hoy en día, son las ciudades de "Kaymakli" y de  "Derinkuyu". La primera es más extensa y es por donde nosotros accedimos.  

Pasillos que recorren la ciudad

Almacenes en una de las habitaciones

La "Ciudad Subterránea de Kaymakli" es una ciudad bajo tierra que consta de 9 niveles, donde vivieron cientos de personas mientras se refugiaban de múltiples ataques y asedios. Por motivos de seguridad sólo se pueden visitar los 4 primeros niveles y no en su máxima extensión. Pero aun así sorprende la inmensidad del lugar y las duras condiciones que tuvieron que soportar sus habitantes (falta de luz, poco aire e incomodidades). Sin ninguna duda te resultará de lo más interesante, pero aprovecho estas líneas, para avisarte de que si sufres de claustrofobia, mejor evitar su visita, porque durante el recorrido pasaras por pasillos angostos, y más según se vaya bajando a los siguientes niveles. Se piensa que fue probablemente construida entre los siglos V y X por las primeras comunidades cristianas locales después de los frigios. La falta de decoración y documentación hacen difícil fijar estas fechas, pero lo que sí que se sabe, es que fue ocupada por diversas culturas a través de los siglos.

Escaleras que comunican varios niveles

Estancia con un pozo de agua al fondo

Su ventajosa posición estratégica en el centro de la región de Capadocia , la convertía en un refugio fácilmente alcanzable para sus habitantes. Un sistema de túneles, cámaras y galerías ha sido excavado profundamente en la roca de toba volcánica. La ciudad subterránea se cree que pudo llegar a albergar hasta a 3.500 personas. Recorrerás pasillos estrechos y habitaciones que muy diversos usos. Se ven pozos de agua, espacios de almacenamiento y conductos de ventilación, visitarás una iglesia, establos y cocinas, que eran utilizados como lugares de reunión social. Las cámaras funerarias, para enterrar a los muertos dentro de la ciudad, son otros de los lugares que vas a visitar.

Puerta-rueda de seguridad en las cuevas

En la fotografía de la izquierda, ves una de las entradas circulares de piedra que protegían la ciudad de los invasores. Se hacía girar para bloquear el paso por completo, y que solamente podía hacerse girar desde dentro. Una segunda piedra circular protege la ciudad, unos metros más adentro sobre el túnel de entrada: como "doble seguro" en caso de que la primera entrada fuese franqueada. Es sin duda una de las cosas más curiosas que verás en esta ciudad subterránea de Kaymakli. El sistema de ventilación, que además se utilizó para controlar la temperatura y la humedad, es otro aspecto que te sorprenderá. Sus habitaciones están dispuestas alrededor de estos "pozos de ventilación"... 

Mortero en una de las cocinas de la ciudad

Cruz grabada en una de sus paredes

En el primer piso de la ciudad subterránea se encuentra el establo. Su  tamaño reducido hace pensar que existan más en otras partes de esta gran ciudad. También en este nivel verás la gran  puerta con la enorme piedra circular. Las habitaciones que te vas a encontrar durante la visita las verás vacías y solo queda en ellas los espacios creados por sus habitantes para un fin específico como almacén, sepultura, cocina, etc... El segundo piso es para el culto y hay una iglesia tallada allí.  En las iglesias existen restos de los frescos bizantinos que las adornaban. Consta de dos ábsides y una nave, con un altar frente a los ábsides y hay plataformas para que la gente se siente. En esta planta, también hay algún espacio reservado para la vivienda.  

Según vamos descendiendo por el interior de la ciudad subterránea, los pasillos se van haciendo más angostos, creando un verdadero laberinto de túneles y escaleras. En el tercer piso de la ciudad subterránea vas a poder encontrar los lugares más significativos, además de los numerosos depósitos, viñedos y cocinas. En las cocinas, se aprecia que las paredes y el techo están impregnados de hollín. El hecho de que hubiera tantos habitáculos en tan poco espacio nos lleva a pensar, de que allí hubo bastante cantidad de gente. Como he mencionado anteriormente, según los arqueólogos, el número de habitantes que vivieron en esta ciudad, podría haber llegado a alcanzar las 3500 personas.

        

Distintos niveles con su ventilación

Habitación ciudad subterránea Kaymakli

La abundancia de espacios de almacenamiento y ubicación de tinajas en los viñedos del cuarto piso sugiere que los habitantes de esta ciudad subterránea estaban en una posición financiera segura. El cuarto piso ofrece una estupenda vista del conducto de ventilación, que va descendiendo por todos los pisos, como hace un ascensor por un edificio. El "pozo de ventilación" tiene aproximadamente 85 metros de profundidad.

Bodega para el vino de Kaymakli

La extensión de la ciudad subterránea de Kaymakli es enorme, incluso si solo se han expuesto los primeros 4 pisos, los inferiores permanecen parcialmente obstruidos, o reservados para los arqueólogos. Fue descubierta en el año 1964, y aunque hoy en día toda la ciudad aún no se ha revelado por completo, es considerada como la ciudad subterránea más grande explorada en Capadocia. Los cristianos que vivieron en esta región a lo largo de la era bizantina, más tarde agregaron y ampliaron la ciudad. A través de kilómetros de túneles, estando conectada con la otra ciudad subterránea de Derinkuyu.

 

* Para la elaboración y desarrollo de este artículo se han tenido en cuenta los datos obtenidos a través de la Wikipedia y de las propias experiencias vividas durante el viaje. (Fotografías e ilustraciones originarias de Pedro García Barbudo).